Los niños con NEE encuentran verdaderas dificultades a la hora de aprender a leer y escribir
Estamos tan acostumbrados a las acciones de leer y escribir que casi hemos olvidado cómo aprendimos a hacerlo cuando éramos más pequeños. Lo que en su momento pudo parecer un gran reto, hoy en día es fundamental para prácticamente todo en nuestra vida. Saber leer y entender un texto o plasmar nuestros pensamientos de forma escrita son indispensables para comunicarnos con otras personas y realizar tareas tan cotidianas como hacer la compra, saber la hora u orientarse por la ciudad.
Estas dos habilidades tan básicas las aprendemos desde muy temprana edad, tanto en el colegio como en casa nos van enseñando las letras y los números y nos ayudan a formar frases para que todo tenga un nuevo sentido. Sin embargo, hay algunos niños que tardan más tiempo en desarrollar y potenciar la escritura y la lectura, algunos ni siquiera llegan a aprenderlo bien del todo y les cuesta mucho, aunque sea algo que, a primera vista, parezca un proceso natural, simple y sencillo para todos los seres humanos.
Leer y escribir se vuelve realmente complicado para niños con necesidades educativas especiales, sobre todo esta última. De hecho hay niños con 15 años que no son capaces de escribir más allá de su nombre, por eso la necesidad de potenciar las competencias tanto escritas como lectoras se vuelve fundamental para el crecimiento intelectual y físico de todos ellos, y así ayudarles a integrarse en la sociedad (ya sea como ser social o a través de un empleo) de una manera más satisfactoria, tendencia que está en aumento en estos últimos años.
La pregunta que surge a continuación es: ¿cómo podemos cambiar esto y facilitar dicho aprendizaje a niños con NEE? Existen una serie de técnicas que podemos poner en práctica, sobre todo para incitar y animar a la persona a hacerse partícipe de la misma -aunque en unos casos sea más difícil que en otros- y que muestre interés por leer y escribir, tales como:
- Crear situaciones que tengan cierta relevancia a nivel cultural en los que la lectura y escritura actúen como medios fundamentales para alcanzar determinadas metas sociales. Como por ejemplo, aprender a ubicarse geográficamente en una ciudad leyendo las placas de las calles y evitar, así, perderse.
- Enseñarles a hacer cosas habituales que se realizan a través del lenguaje escrito: escribir una carta o un diario; aprender a interpretar las horas del reloj; hacer resúmenes o redactar invitaciones para sus fiestas de cumpleaños.
- Ayudarles, en la medida de lo posible y sin llegar a saturarles, a leer pequeños textos a lo largo del día, la tapa del yogurt, la caja de cereales, la placa del autobús, el nombre de los alimentos cuando se va a hacer la compra, etc.
- Leer cuentos de forma conjunta, participar con ellos en la lectura del mismo y dejarles escoger libremente la temática que más les guste, de esta manera se sentirán más motivados a la hora de iniciar una lectura que realmente les interesa.
- Proponer diferentes juegos, como por ejemplo «escribir» letras en su espalda y que ellos intenten adivinar cuál es, o esparcir todas las letras sobre una superficie y dejarles crear palabras de tal forma que los padres o tutores les digan el significado de la misma, sería un doble aprendizaje.
- Utilizar libros especiales adaptados que sirvan de apoyo y aprendizaje, a modo ilustrativo se pueden ver ejemplos en el propio catálogo de libros de la Editorial DISMES.
De esta forma, enseñar a leer y escribir a niños con necesidades especiales se convierte en una tarea amena que puede ayudarles enormemente en el desarrollo de estas habilidades y al mismo tiempo suscitarles interés y motivación para llegar a aprender, porque si algo está claro es que ambas acciones son fundamentales para el día a día no sólo de ellos, si no de cualquier persona.